La vida del estadounidense Chris Kase (New Brunswick, 1964) siempre giró alrededor de la música. Nació en una familia apasionada por la música y desde los nueve años decidió que su vida sería a ritmo de jazz. Mañana hará un hueco en su agenda profesional para ofrecer un concierto dentro del ciclo Lentejazz, en la taberna O Rincón de Cangas a las 12.00 horas, en formato cuarteto y junto a Paco Charlín, Iago Fernández y Abe Rábade.
-¿Hay diferencias notables entre el panorama musical estadounidense y español?
- España no es tan diferente a Estados Unidos, pero sí más pequeño. Llegué aquí hace 16 años y estoy trabajando desde el segundo día. Cuando vine había profesionales dentro del mundo del jazz, pero en los últimos años hay más oportunidades para músicos jóvenes y se ve gente con un nivel impresionante.
- ¿Sería correcto decir que el jazz está en continuo crecimiento?
- En cuanto a afición y a posibilidades de formación, sí. Pero trabajar y vivir del jazz es cada vez más difícil. Yo creo que hay muchos aficionados pero habría que buscar una fórmulas para conectar, como por ejemplo para bajar el coste del IVA en los conciertos porque también influye.
- ¿Tiene ganas de venir a Cangas y tocar con músicos gallegos como Paco Charlín, Abe Rábade y Iago Fernández?
- Claro que sí, siempre es un placer. Llevo muchos años tocando con Abe Rábade y Paco Charlín, hicimos trabajos juntos, ellos tocaron el discos míos y yo en los suyos. Iago también está en mi último disco, así que será la milésima vez que tocaremos juntos.
- ¿Qué opina sobre alternativas como el Canjazz y los conciertos que promueven este estilo?
- Precisamente en 2007 estuve de profesor en el Canjazz junto a Abe Rábade. Estas iniciativas son muy positivas y ojalá hubiese más cursillos de este estilo porque están en declive, ya no hay tantas oportunidades como hace diez años. Este tipo de iniciativas dependen de gobiernos locales y autonómicos para su financiación y ahora mismo es difícil conseguirlas. Son interesantes, entre otras cosas, porque se hacen en verano y permiten asistir a gente que no podría en otras épocas del año.
- ¿Le agrada regresar a Cangas para hacer jazz y reencontrarse con su público?
- Desde luego, además me parece muy interesante que el concierto sea un domingo a mediodía. Va a ser más fácil atraer al público.
- ¿El jazz también conquista a la gente joven?
- El secreto está en la forma de presentar el estilo. Aquí estamos muy influenciados por la televisión y no hay tanta educación musical y en muchos casos hay que pagar por ella. Sería interesante que los centros públicos ofreciesen clases para que los jóvenes conocieran todos los estilos.
- ¿En Estados Unidos sí se trabaja la educación musical?
- Sí, es muy distinto, aunque depende de la región. Yo, como casi cualquier músico americano, empecé a estudiar trompeta en el propio colegio. Los jóvenes deberían tener tantas clases de música como de "mates", nosotros teníamos banda y otras asignaturas relacionadas con estilos musicales. Aquí si propones eso, la gente te mira raro.
Elena Mondelo
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