jueves, 26 de diciembre de 2013

Personas con hiperlaxitud ligamentaria ¿son especialmente aptas para actividades como la danza o la música?

Muchas personas que buscan desarrollar una carrera en la danza tienen flexibilidad articular inherente, que puede ser una gran ventana en esta profesión. Sin embargo, la hiperlaxitud ligamentaria sintomática (SHL), combinada con las demandas físicas extremas de la danza, puede poner a los bailarines en riesgo de inestabilidad y lesiones. Es necesario conocer esta causa de síntomas músculo-esqueléticos generalizados, común y frecuentemente pasada por alto, para beneficio de los bailarines, y de los médicos y bailarines profesionales que los asisten e instruyen. 
Independientemente de la patofisiología subyacente involucrada en el SHL, la mecánica de la laxitud capsular, ligamentaria y tendinosa durante el entrenamiento y la actuación en la danza pueden resultar en la inestabilidad articular, en técnicas con malos movimientos o con compensaciones, y en una mayor vulnerabilidad a las lesiones. Las articulaciones afectadas por la hiperlaxitud parecen no tener la protección neuromuscular que tienen las articulaciones "normales". Mientras que en general los bailarines tienen menos sensibilidad a los estiramientos, quienes tienen SHL son aún menos sensibles a los signos de los "estiramientos dolorosos" o de los "sobre estiramientos".
Estas circunstancias pueden provocar traumas en los tendones y en los músculos, un aumento de la carga sobre las estructuras neurales y el estiramiento adicional de las estructuras del tejido conectivo. (Fuente: Hypermobility Syndrome: A Review of the Pathology, Symptoms and Implications, presentado en la X Reunión de la Asociación Internacional de Medicina y Ciencias de la Danza, Octubre de 2000, Miami, Florida, EEUU).
En un estudio realizado en Inglaterra, se observó que entre los bailarines profesionales, el número de bailarines con SHL era menor que entre los estudiantes. También era menor el número de afectados por SHL entre los bailarines principales que entre los cuerpos de baile. Esta disminución en la prevalenciadel SHL en relación con el avance en la carrea artística, y el aumento de los registros de artralgia junto con otras características en mujeres bailarinas jóvenes, sugieren que el SHL tiene una influencia negativa importante, y que puede tener implicancias para el entrenamiento (Fuente: Joint laxity and the benign joint hypermobility syndrome in student and professional ballet dancers. McCormackM, Briggs J, Hakim A, Grahame R.J Rheumatol. 2004 Jan;31(1):12-3.).
Otro estudio realizado en Inglaterra también ha señalado un elevado riesgo de los bailarines y músicos con SHL a las lesiones, tanto puntales (agudas) como por sobreuso y al dolor articular/de columna (Joint hypermobility is a liability for the performing artist. R Grahame, International Symposium on Performance Science, 2007.)

Hiperlaxitud ligamentaria en músicos:

Un estudio realizado en 660 músicos (360 hombres y 300 mujeres), de entre 14 y 68 años de edad, representando aproximadamente el 85% del cuerpo de estudiantes y el 69% del plantel de músicos del cuerpo docente de la Escuela Eastman de Música en Rochester, Nueva York, describió en detalle la prevalencia y distribución de la laxitud ligamentaria en relación con la edad y el sexo en el grupo en conjunto, así como la distribución y combinación de las articulaciones afectadas en cada persona. Es de particular interés la confirmación de evidencia previa anecdótica de que la hiperlaxitud no siempre es generalizada, sino que puede estar presente en un número pequeño de articulaciones (o incluso en una sola articulación). Además, los autores mostraron que esta hiperlaxitud pauciarticular era más prevalente que la variedad generalizada (o poliarticular). En la población estudiada, el 46% de los hombres y el 82% de las mujeres tenían al menos un rasgo de hiperlaxitud. 
El estudio mostró que la hiperlaxitud puede ser tanto una ventaja como una desventaja. Los autores encontraron que la hiperlaxitud del pulgar, la muñeca y los dedos puede ser un buen recurso para tocar instrumentos como la flauta, el violín y el piano, pero por el contrario, la hiperlaxitud de la columna y hasta cierto punto la hiperlaxitud de las rodillas puede ser desventajosa durante períodos largos de práctica o actuación. El estrés en la columna y las rodillas puede explicarse en términos de sobreuso de las articulaciones, es decir, por la aparición de dolor en los músculos involucrados en la función de soporte (Benefits and Disadvantages of Joint Hypermobility among Musicians. Lars-GoranLarsson & colabs. N Engl J Med329:1079–1082, 1993).
Otro estudio realizado en Inglaterra definió la severidad y la frecuencia de síntomas del aparato locomotor en relación con la distribución de la laxitud ligamentaria y el instrumento musical que cada persona tocaba. La hiperlaxitud ligamentaria de la muñeca, los dedos y el pulgar era más común en los músicos que tocaban instrumentos de viento de madera y de cuerdas y en los pianistas, y menos común en quienes tocaban la trompeta y el tambor. Se encontró una correlación significativa entre la presencia de hiperlaxitud ligamentaria en la muñeca y los dedos y la ausencia de síntomas, incluso al considerar a cada flautista por separado. Sin embargo se encontró lo opuesto entre quienes tocaban el tambor. El dolor de rodilla y los síntomas en la zona lumbar fueron significativamente más comunes entre los músicos con articulaciones hiperlaxas. La correlación entre el dolor de espalda y la hiperlaxitud fue particularmente fuerte entre las mujeres. Los autores concluyen que los movimientos repetitivos, como los que realizan los flautistas y los músicos que tocan instrumentos de cuerda, son más tolerados por las articulaciones hiperlaxas que por las normales; por ello la hiperlaxitud es una ventaja para estos músicos.Por el contrario, en articulaciones como las rodillas o la columna, que están sujetas a carga en lugar de sometidas a movimientos repetitivos durante la interpretación, es válido lo contrario, y la hiperlaxitud se convierte en una deventaja. En otras palabras, los dedos y las muñecas laxos son buenos para los flautistas y los músicos que tocan instrumentos de cuerda, pero las rodillas y la columna laxas son malos para quienes tocan instrumentos de percusión, y para otros que están de pie mientras tocan.
Según explica el autor de este último estudio, "claramente, estas observaciones tienen implicancias que van más allá de la selección y el cuidado de los artistas, para abarcar una gran variedad de "lesiones por sobreuso" inducidas preofesionalmente. El rol de la hiperlaxitud merece estudios adicionales acerca de la patogénesis de estos trastornos" (Joint Hypermobility and the Performing Musician, Rodney Grahame, N Engl J Med 1993; 329:1120-1121)

Alejandra Guasp, Red Ehlers-Danlos Argentina)

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